Las manchas de vino suelen ser muy temidas… Pero ¿es tan fiero el león como lo pintan? Efectivamente, la sabiduría popular dice que las manchas de vino (especialmente las de tinto) son difíciles de limpiar; pero hay una serie de trucos que nos pueden ayudar a salvar una prenda de la temida mancha.
A todos nos ha pasado alguna vez: estamos tan ricamente disfrutando de una comida o cualquier “momento vinito” y de repente se nos cae la copa o hacemos un movimiento que termina con una mancha en la ropa o el mantel. ¡Que no cunda el pánico! O dicho de otra forma, que una mancha no te amargue el momento.
Antes de empezar a explicar cómo limpiarla, hay dos consejos básicos para que la historia acabe bien: actuar rápido (si dejamos pasar mucho tiempo, el vino se seca y es más difícil eliminar la mancha; pero si la limpiamos al momento, evitamos que penetre la tela) y no frotar (ya sabemos que el primer instinto nos lleva a hacerlo, pero lo único que conseguiremos es que la mancha se haga más grande y más profunda).
Dicho esto, lo ideal es usar un producto específico para quitar este tipo de manchas. Siempre viene bien tener alguno en casa (además suelen servir para quitar otras manchas), y si estamos en un bar o restaurante, podemos preguntar al camarero, ya que es habitual que dispongan de ellos.
9 remedios caseros para quitar manchas de vino
Pero si no tenemos ningún quitamanchas a mano, todavía hay esperanza para salvar la prenda manchada, ¡y con productos caseros!
- Sal. Un buen remedio es aplicar abundante sal encima de la mancha para que absorba el vino. Dejamos secar, retiramos y lavamos en agua fría y nuestro detergente habitual.
- Sal y agua carbonatada. El remedio anterior, reforzado. Echamos agua carbonatada o gaseosa sobre la mancha de vino y dejamos que produzca burbujas sobre la tela. Dejamos actuar unos minutos y echamos sal para que absorba la humedad. Después, quitamos la sal y lavamos la prenda de forma habitual.
- Bicarbonato. Podríamos decir de él que es el rey de la limpieza, porque sirve para todo, incluidas las manchas de vino. Impregnamos la mancha con una mezcla de bicarbonato y agua; dejamos actuar varias horas y lavamos la prenda como siempre.
- Bicarbonato y vinagre. Al igual que el bicarbonato, el vinagre también es una gran aliado de la limpieza. Ponemos el bicarbonato encima de la mancha y dejamos que actúe durante un par de horas. Después, pasamos un trapo mojado en vinagre por encima de la mancha. Dejamos que se seque, aspiramos el bicarbonato y ¡adiós mancha!
- Leche. La leche es uno de los remedios más conocidos para limpiar manchas de vino. Tan simple como poner la prenda en remojo en un recipiente con leche caliente durante un par de horas, antes de lavar de la forma habitual.
- Agua hirviendo. El agua hirviendo también puede ser un buen remedio, siempre que la prenda resista altas temperaturas (por ejemplo un mantel). Hervimos el agua y retiramos del fuego. Después, podemos sumergir la prenda en el recipiente o echar el agua sobre la prenda. Cuando se enfríe, lavamos como siempre.
- Lavavajillas y agua oxigenada. Mezclamos tres partes de detergente lavaplatos con una de agua oxigenada; remojamos la prenda en la mezcla y esperamos a que la mancha desaparezca (a veces es necesario repetir el proceso).
- Vino blanco. Suena a aquello de “al clavo, martillo” o “un clavo saca otro clavo”, pero los taninos del vino blanco ayudan a neutralizar la tinción provocada por los taninos del vino tinto. Humedecemos un trapo limpio en vino blanco y demos pequeños golpes sobre la mancha, sin frotar. Dejamos actuar unos minutos y lavamos la prenda como siempre.
- Lejía. Como último remedio, y solo si la prenda es blanca y resistente, podemos aplicar lejía antes de lavar.
Cómo quitar una mancha de vino seca
Decíamos que una de las claves para quitar una mancha de vino es actuar rápido, pero sabemos que no siempre es posible. Aunque será más difícil, todavía podemos hacer algo; eso sí, siempre hay que tratar la mancha antes de meterla en la lavadora, porque si no, sí que no hay quien la quite.
Para estos casos difíciles, lo mejor es utilizar un quitamanchas especialmente formulado para quitar manchas de vino siguiendo las instrucciones del fabricante. Pero también podemos sumergir la prenda en leche caliente. En cualquier caso, después debemos lavarla como lo haríamos normalmente.
Si a pesar de todos los esfuerzos no conseguimos salvar la prenda, siempre nos quedará el haber disfrutado de nuestro vino, nuestro momento. Además, al igual que se dice que las manchas de vino son difíciles de limpiar, también se dice que “verter el vino es buen sino”. Brindemos por ello.
